Pamplinas de una vida

viernes, 2 de julio de 2010

Junio caduco

A veces me siento rota, colisionada por dentro. Estereotipada por fuera. Escapando de un “mi” que ni si quiera sé si existe.
Y tal vez mañana me despierte más fugaz y grite en el rincón del infinito. Sorteando la vida que no nos ata, el ayer que nos dimos, la mirada debajo del agua turbia y congelada.
Voy a rimar mis palabras con las pestañas de la tierra infértil, con la congoja del débil, con el amor de los que ya no se aman.
Cierra esa puerta, que el calor me da frío y ya no hay charcos en los que mirarse. Madrid, me tienes tan dentro que ya no sé donde está mi piel y tus límites.
Nunca, nunca hablemos de fondos, de finales, de mínimos que vomiten palabras engañosas, tapacubos rotos.
La barrera de aire contagioso me está empujando hace algún tiempo.
¡Rájame por dentro que la vida es demasiado complicada!
Y sonidos, ecos de lo que tanto inventamos son las sombras de este junio caduco.


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