A decir verdades como puños.
A decir verdades. Sin puños y contra ellos.
Al buen tiempo buena cara y al mal tiempo puños.
De agua, de aire, de respirar...
Quedémonos con el bueno y con los malos puños.
Con las malas caras.
Para responder al tiempo.
Ahora que hay tiempo y podemos volver a disfrutar de la música a deshoras.
Y seguir molestando a los vecinos.
A los que no nos molestan.
Ahora que hay tiempo.
Y tiempo.
Y más tiempo.
Juguemos a que no queda tiempo.
A perdernos en los momentos en los que parecen que sobran las horas.
En los que faltan los besos.
Porque sobra la nada y nos falta el tiempo.
Aunque haya.
Y aunque no haya.
Porque al final no hay nada.
Faltan porque estamos jugando a que no queda tiempo.
Pero ahora que hay tiempo,
te regalo mil besos.
Todos los besos.
Ahora que hay tiempo...