Pamplinas de una vida

martes, 30 de noviembre de 2010

Barrizal de mierda catatónica

Yo también he decidido dejarlo todo.
Tirarme por un puente al vacío.
¿Qué más quieres?
Mierda.
Revuelto de nada.
Puedo darte un cachito de mi sombra.
No, en realidad no.
Me sobran las llantinas narcisistas.
Sí, soy yo, todo ego.
Pero no puedo regalarte París.
Te quiero. Nunca te lo digo porque…
Adiós a las páginas del por qué y el para qué.
Ringggggggg. Te llaman. Han colgado.
Lo sé porque era yo.
¿Me sostienes?
Las calles se estrechan. Estrecho.
Si doy dos golpes es que sí.
Tres golpes.
¿Y un golpe?
Tú.

3 comentarios: