Pamplinas de una vida

jueves, 31 de marzo de 2011

lunes, 28 de marzo de 2011

La niña

Ella es Sofía. A veces me visto de ella, para volver a ser yo, para dejar el narcisismo de estos días y perderme en sus canciones. Porque tengo voz de niña, porque tengo miedo a crecer y porque, señor Syd Field: Aunque sea una persona pasiva, que no toma decisiones y que no tiene un deseo concreto, Sofía tiene muchos sueños, todavía le brillan los ojos y aunque llore, sólo es para dejar algo de comida en el plato. Porque ella sabe disfrutar de “Vaya mentira”, es traviesa y le gusta meter la mano en los enchufes. Y tiene que descubrir tanto mundo, que ya ni se acuerda de la cena de ayer. Sofía sonríe. Y se ríe de ella misma, se ríe de sus padres, se ríe, se ríe, se ríe. Tiene un muñeco. Le cuenta sus problemas y él le entiende mejor que nadie. Le encanta dibujar. El azul se agota y el negro sigue en la caja de madera. Y dibuja árboles de navidad al revés, pero su mamá la quiere. (LA,LA,LA) Sofía es laísta y siempre lo será. Porque sus raíces Italianas, Peruanas y Españolas no van a cambiar por mucho que pase el tiempo, ¡qué pasen 200 años! Y es una preguntona. Le gusta saberlo todo. Saber cómo se conocieron sus abuelos, saber cómo bailaba su madre cuando era joven, saber cuál fue la primera corbata que llevó su padre, por qué el tío no tiene novia, saberlo todo. Sofía quiere saberlo todo. Pero esa es ella, esa es Sofía.

domingo, 27 de marzo de 2011

Cualquiera

Se levanta, un domingo cualquiera.



Las manos tirando de las sábanas, los pies en la tierra. No ha sonado el despertador, pero hace tiempo que no mea en la cama. Se pone su vestido rojo y pasea por Madrid centro. Demasiado sol para estos días, demasiado viento para ir a la playa. Pasa un minuto y es hora de volver. Qué rápido hoy, mírate y ya es mañana.

sábado, 26 de marzo de 2011

jueves, 3 de marzo de 2011

Terrón

Periférico
Era la calle Montera sin putas. Solía fumar cigarrillos a escondidas, para que no le vieras la amargura. Porque al final volvía a casa cada noche, aún cansado, a pesar de no quererte sin saberlo. No, no lloró por ti, ni por él. Era un hombre, de esos que se mezclan con las sombras de los cubos de mierda y confundes con los restos de la cena. Pero abría la puerta, con tus llaves, con las suyas, y la roña se quedaba en nada.

Cantimplora
Cuando era pequeña tenía una cantimplora verde. No. Aún la tengo. Pero ya no sé dónde estás. No. Dónde está. Las cosas a veces se convierten en un qué estarás haciendo, ahora que ha pasado el tiempo y me acuerdo de los juguetes, los dibujos y los frascos. ¿Ya no puedo dibujar? No. Dibujo. Una cantimplora tenía una niña verde cuando era pequeña.

Acordeón
A los músicos de tu mente les gustan las líneas tristes. Por eso te gusta más que escriba periférica y que deje las cantimploras. Pero a mí me gusta recordar mis cosas empapadas, mezclar nuestra soledad con el saber dónde estoy. Déjame la canción del desayuno, un terrón de sal bastará.

miércoles, 2 de marzo de 2011

SU PO N E R

A lo mejor escribo. Mal o bien. Tal vez nunca escriba nada, porque no tenga nada que decir. Seguramente no. No a nada, a nada que decir, supongo. Odio suponer.

SU frase quería decir que la vida es lenta, si ya estás muerto.
SUPO transmitir la esencia del personaje, aunque permaneciera callado.
SUPÓN que su vida fue el caos que tú nunca has tenido.
PONE verte descalza, acariciando la tierra.
PONER lo evidente en escena esconde los suburbios internos.

¿Escribes?

martes, 1 de marzo de 2011

Impulsos

Hoy me siento plena. Con cien kilos más, con los mil trabajos, con el no dormir y con llorar unos minutos. Diez de la noche, pasadas, repasadas. Y hay un impulso que me grita desde dentro, “sal, sal, sal” y sin darme cuenta, cambio el chocolate por las pipas.

Tengo diez segundos para dejarme llevar. Después todo es nada. Y si le digo adiós a los diez, pienso que nunca existieron, que siempre soy benigna, casta, pura. Si quieres jugamos a creer en lo virginal, pero a lo mejor equivocamos lo amargo del dulce entre tanto picoteo categórico.

Los ejemplos tontos sobre animales favoritos no me gustan, pero tus camisas de media noche me sirven para decidir lo que haremos la otra mitad.Vámonos a Sol, a satisfacernos las miradas.

Fotografía por M.F.F