Pamplinas de una vida

viernes, 30 de julio de 2010

Resbala



Niña, pierde, que el fervor se te acaba
te consume y te resignas rota
te estruja y se resbala
te grita, ¡no queda nada!
y te inventa como otra.


jueves, 29 de julio de 2010

Conversación con un pez

- ¿Sabe?, a menudo me pregunto cómo salpicar al mar.

- Es sencillo. Tiene usted que hablar con él, explicarle que es demasiado grande para ser feliz y que en los castillos de arena viven minúsculos reyes y princesas invisibles.

- Y… ¿después le salpico?

- Sí.

- Pero, nada tiene que ver su eternidad o los castillos de arena con que yo le quiera salpicar.

- No, pero son verdades que el mar escucha una vez cada mil años y le complacen.

- No creo que le halague con la infelicidad.

- El mar es un hombre que nunca ha parado de llorar y se esconde en sus propias lágrimas en el fondo del océano.

- Entonces, nunca podré salpicarle.

- Hable, hable usted con él.

jueves, 22 de julio de 2010

Esotérica

La sacudida es esotérica.

Miro el horizonte y al final del mar se destapan mis verdades.
Mira el sol, surgiendo lánguidamente, volviéndote a la realidad.
Escenario tonto y cotidiano, que haces débiles a los ilusos y fuertes a los que no gozan.
Salpicón y aparece un nuevo día que te acaricia una pestaña.
Ronronea, que todo dura segundos y ¿sabes?, los segundos duran menos que un segundo.
Fuera la sensación de la ropa apretada y simuladora.

Lejanía y nada más.

martes, 20 de julio de 2010

La sabiduría de los sapos

El niño de los ojos bonitos de la Jijonenca me trae un helado de tableta derretida.
Hace aire, se me mezcla el pelo con el batido chocolatero y la factura se pega en el mantel.
Las piernas llenas de arenas movedizas y de aire que sube a cosquillear mi cuerpo.
Pies, pisando el suelo, aunque creo que son ellos los que se encargan de sujetar un poquito mejor al mundo, para que no salga despedido por el espacio.
Sí, sí, la Tierra no sale volando por ahí porque hay un cúmulo de pies que la sujetan.
Algunos más pequeños que otros, algunos más grandes, algunos más sucios y algunos más blancos.
Cuando levantas un pie el otro se encarga de sujetar el mundo, por eso cuando saltas sientes una sensación placentera. Esto es porque el planeta se desplaza tímido y así, con cada salto, da una vuelta entera.
Hace más de 200 años fue la primera y la única vez en un día entero que nadie saltó. Ni siquiera hubo un rebote.
Aquel día fue un día gris, todos los niños del mundo lloraron a la vez, las mujeres recordaron su primer amor y los hombres descubrieron su verdad.
El mar aumentó en lágrimas y las playas se triplicaron.
Paula se encerró en el faro por la mañana y por la noche Paulo salió a navegar.
La tierra se volvió más negra y los sapos salieron a pasear por Daimús.
Gracias a los saltos de los anfibios el mundo siguió su curso, pero nadie habla de ese día porque es doloroso reconocer la sabiduría de los sapos.
La primera vez que mantuve una conversación con un sapo fue francamente interesante.
Comparó las ciudades con las charcas y, créanme, tienen un sorprendente parecido.
En fin, voy a terminarme la tarrina a sorbos porque la cucharita verde no es, exactamente, una cuchara.

lunes, 19 de julio de 2010

Colocación

Hoy un niño en la playa ha intentado colocar su sombrilla, pero ha salido volando.

Hasta siempre niño.

lunes, 5 de julio de 2010

TAC TEC

Tac, tac, tec, tac y suena la muchedumbre de sus pasos.
Tac, tac, tec, tec y ya no sé donde ir.
Tac, tac, tec, tac, háblame esta noche si puedes.
Tac, tec, tac, tac y el viento me dijo no.
Tec, tac, tac, tac y descubrí la isla que nadie sabe.
Tac, tac, tac, tec, dime si aún duermes conmigo.

domingo, 4 de julio de 2010

Nada

Cuando no hay nada que hacer Nada viene y te dice “hola”. Y mientras tú esperabas que no dijera nada, Nada te encierra y te escurre sus verdades.
“Soy Nada. Hago que los comprometidos discutan, que los nietos rían, que añores el silencio, que tus palabras estén vacías y Algo se sienta bien”.
Nada, nada de nada te molesta, te acaricia, te lame o te daña.
En las noches que la hierba pide perdón Nada se esconde y te susurra al oído:
“ya me tienes”.

viernes, 2 de julio de 2010

Junio caduco

A veces me siento rota, colisionada por dentro. Estereotipada por fuera. Escapando de un “mi” que ni si quiera sé si existe.
Y tal vez mañana me despierte más fugaz y grite en el rincón del infinito. Sorteando la vida que no nos ata, el ayer que nos dimos, la mirada debajo del agua turbia y congelada.
Voy a rimar mis palabras con las pestañas de la tierra infértil, con la congoja del débil, con el amor de los que ya no se aman.
Cierra esa puerta, que el calor me da frío y ya no hay charcos en los que mirarse. Madrid, me tienes tan dentro que ya no sé donde está mi piel y tus límites.
Nunca, nunca hablemos de fondos, de finales, de mínimos que vomiten palabras engañosas, tapacubos rotos.
La barrera de aire contagioso me está empujando hace algún tiempo.
¡Rájame por dentro que la vida es demasiado complicada!
Y sonidos, ecos de lo que tanto inventamos son las sombras de este junio caduco.


jueves, 1 de julio de 2010

La roja

Siempre, y repito, siempre, pensaré que el fútbol no son más que 11 tíos en calzoncillos corriendo detrás de un balón.

Pero, ¿y qué más da?

Si hace un año que no nos juntábamos todos y gritábamos juntos.
Si nos hace compartir todos los abrazos que no nos damos.
Si nos recuerda que es mejor, bien o mal, acompañado, que solo.
Si junta a mis amigos, si reúne a mi familia.
Si fusiona nuestras voces para cantar por un mismo sueño.
Si por un momento nos hace olvidarnos de nosotros mismos.
Si es capaz de poner nuestra confianza en personas que ni conocemos.
Si une a Madrileños y Catalanes.
Si nos hace cogernos de la mano tan fuerte.
Si me recuerda que hay gente que llora sin grandes motivos.
Si hace a miles de españoles ser “de la roja” con orgullo.

El desconsuelo de todo esto es… ¿qué tiene el fútbol que no tengas tú?


Tal vez las personas que pueden vivir sin ver este “tonto” deporte sea porque ya lo tienen…tal vez yo sólo diga tonterías…

¡Arriba la roja!