Pamplinas de una vida

martes, 25 de marzo de 2014

La vida era otra cosa

Tu lo llamas las rocas. Yo lo llamo el sitio en el que aprendí a ser feliz. En el que entendí que hasta estar sentados, al sol, escuchándonos sin hablar, era mucho más intenso que el ritmo al que yo solía llamar vida.
Corre.
Va tarde.
No llegas.
Ya se ha ido.
Lo has perdido.
Ya no te da tiempo.
Y así todos los días, sumándole idos, perdidos y no, no, no. Sí, eso me enseñaron, que así era la vida, y que la felicidad no existía, que sólo había cosas que te hacían ser feliz de vez en cuando, pero que la vida era otra cosa. Y aunque nunca les dije nada, siempre supe que andaba buscando ese sitio, ese del que ahora no les hablo, porque no entenderían que ir, perderse y saber decir que no, eso sí que es otra cosa.







sábado, 22 de marzo de 2014

Más

Más.
-Menos.
Más.
-Menos.
Más.
-Menos.
Más, te digo yo que es un mes más.


martes, 18 de marzo de 2014

Qué quieres que escriba

Yo sólo te recuerdo que tienes que escribir. Eso te parecerá bien.

Sí. 

Y se asoma, al otro lado de la pantalla, y descubre que los que escriben sólo copian lo que habla.