Pamplinas de una vida

domingo, 23 de mayo de 2010

Inadvertido

Cuando todo parecía imposible ella lo hizo viable.
Las puertas se abrieron, a pesar de lo áspera que era la huida de su antiguo yo.
Y todo, todo, comenzó a tomar un sentido inadvertido, como lo tenía hace unos años cuando el sueño era anhelado y la vida acababa de empezar.
Pero hay negro entre fotogramas, que la desgastan sin que pueda apreciarlos y, otra vez, se siente tan pequeña como un capullo.
Falta luz al fondo del pasillo, una migaja de lo que será la flor.
Sabe lo que va a pasar.


Aunque lo mejor es que nadie se lo espera.


Pdt: “por mis huevos”

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