El otro día me enseñaste que todo es psicológico.
El mar a lo lejos, la arena de sus pies, nuestra lluvia de agosto.
Niños irrazonables psicológicos, olas valientes psicológicas y gatos aplastados psicológicos.
Todo, absolutamente todo, dijiste, es psicológico.
Y de repente todo me empezó a cuadrar y comprendí que esta adhesión nuestra también es psicológica, entendí que no todo lo psicológico nos lleva al absurdo.
Aún con su intensidad, nos arrastra a las sonrisas.
El mar a lo lejos, la arena de sus pies, nuestra lluvia de agosto.
Niños irrazonables psicológicos, olas valientes psicológicas y gatos aplastados psicológicos.
Todo, absolutamente todo, dijiste, es psicológico.
Y de repente todo me empezó a cuadrar y comprendí que esta adhesión nuestra también es psicológica, entendí que no todo lo psicológico nos lleva al absurdo.
Aún con su intensidad, nos arrastra a las sonrisas.
Para la pequeña psicológica.
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