Pamplinas de una vida

miércoles, 30 de junio de 2010

Intenta empezar el verano.

El verdadero verano en el que te olvidas de las preocupaciones de todo el año y una paz interior se expande por todo tu cuerpo.
Rico verano, “te comía entero”.
Y los mosquitos son lo de menos, las moscas no importan y los ronquidos de tu compañero de cama ya no te molestan (llámense ronquidos de Juan o ronquidos de Ana).
Los días de sol te hacen inventar huidas lejanas, viajes que te llevan a otros y esos te hacen quedarte en Almería como cada verano. ¡Eh!, que en Punta del Río se está como en ningún lado. Vuelves a saborear cada mijita y los tragos de agua se convierten en bocanadas de plenitud.

Excitado verano, no has hecho más que empezar y a mi me ha salido una urticaria horrible por intentar probarte.

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