Pamplinas de una vida

miércoles, 24 de marzo de 2010

Cuento de medianoche

Eva ha vuelto. Se ha cortado el pelo y ha adelgazado demasiado. Tiene una sonrisa más pequeña, pero más verdadera. Y no para de mirarle.
Él la mira.
Y se miran.
Él ya no escucha nada más que un latido intenso.
Eva se acerca. Acaricia su pelo.
Faltan menos de diez segundos.
Él pregunta si va a tocar la guitarra esa noche. Tal vez no, pero ya no importa.
Tantos meses de espera, “puta” distancia.
Y se dicen hola.
Parecía imposible que él se hubiera enamorado de la espera.
Caca de pájaro en la chaqueta de Eva. Risas que preguntan ¿me has olvidado?
Y se dicen adiós.
Saben que ya no queda ni el recuerdo.
Y él ya no escucha nada más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario