"Sus ojos, que se habían apeñuscado con los años, venían viendo la
tierra, aquí, debajo de sus pies, a pesar de la oscuridad. Allí en la tierra
estaba toda su vida. Sesenta años de vivir sobre de ella, de encerrarla
entre sus manos, de haberla probado como se prueba el sabor de la
carne".
Fragmento de "El llano en llamas", de Juan Rulfo.
Vuelvo a leer a Rulfo, porque te hablo de él y quiero saber por qué. Por qué hay palabras que te calaron hace tiempo y quieres que calen dentro de los que te rodean. Y ahora, después de los meses, de los años que han pasado, que no son ni la mitad de sesenta, con los ojos sin apeñuscar y llenos de luz, te diré que el por qué está servido y que la carne sangra.
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