Pamplinas de una vida

lunes, 6 de septiembre de 2010

Egipto


Mis palabras sólo son el eco de la belleza de tus desiertos.
Haces del amanecer el día y de una puesta de sol la madrugada de todo un pueblo.
Tu incesante sonido altera los sueños, pero éstos son más cálidos en tu espacio vacío.
Pueblo de nadie, llanura de todos, son apenas tres manadas de perros las que ladran al anochecer.
Mierda en los rincones, bajo tus puentes, incrustada en las aceras rotas por la marea humana.
Tu gente me sorprende, hablan de amor, de sonrisas gratuitas y de despedidas constantes, aceptadas.
Me permites descubrir lo bello de agarrar una mano con certeza, con la vergüenza de lo ajeno y la seguridad de lo perfilado.
Porque tú y tus tierras ásperas nos habéis dado la esencia más importante.
¿Cuál? Sólo tú lo sabes, “habibi”.

Fotografía por M.F.F


A mi nuevo compañero de viajes lejanos.

1 comentario:

  1. Gracias a estas tierras, hemos aprendido a respetar las diferentes ideas, costumbres, y emociones.
    Gracias por hacer que cada experiencia nueva sea algo inolvidable.
    Proxima parada... mallorca
    Te amo habibi.

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