Pamplinas de una vida

domingo, 11 de abril de 2010

¿Tanto?

¡Dios mío! Eres tú, la niña linda y preciosa convertida en mujer. Esa sonrisita de leche tuya se ha evaporado, esas manos de buscadora de cuentos. ¿De verdad, eres tú?
La que antes me cogía de la falda y me pedía “subir al colo”, me mira por encima de los hombros con nostalgia. Mi niña bonita es una desconocida-conocida, un dibujo desvaído.

- ¿Tanto tiempo ha pasado?
- Sí…

Sigo sin explicarme por qué…
Pero, otra vez me pides que juguemos al pilla-pilla, que bailemos sin canciones, que te ayude a imaginar una pulsera para hablar con “Careto” (tu ovejita en el cuerpo de un perro) y entonces… ¡menos mal! ¡Todavía eres mi niña!

No hay comentarios:

Publicar un comentario