Dejo de escribir. Durante un tiempo, con cualquier
escusa. La vida se queda en blanco una temporada: me levanto, escucho, como, me
vacio. Me quedo ahí, mirando unos días, una semana.
Y me levanto solo para escuchar cómo me vacio.
Hasta que leo algo que suena a Historia del Zoo y me
despierta, algo que huele a locura, a gente extraña, a vida nueva. Eso que leí
hace ya tres años, ¡cuánto ha cambiado!
Entonces empiezo a correr, rápido, descoordinada, en
primera fila, agitando los brazos sin sentido, tropezándome, con la cadera
rota, gritando, con un grifo en la mano. Alguien mira desde lejos. Unos días,
una semana.
“I said maybe, you're gonna be the one that saves me…”
No hay comentarios:
Publicar un comentario