Y entramos.
Entramos diciendo que no.
Que ya era tarde.
Que era pronto.
Demasiado tarde.
Pronto porque no salía el sol.
Quemándonos del frío.
No.
No.
No.
Nos sentimos libres.
Poco tiempo.
Pero libres.
Libres.
Y salimos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario